Síntomas de cáncer de mama, la prevención comienza en casa

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Los síntomas de cáncer de mama ayudan a detectar a tiempo la enfermedad para que la o el paciente reciba la atención adecuada y, en conjunto con especialistas, hagan todo lo posible por tener una recuperación tranquila.

Datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) indican que el cáncer de mama es la primera causa de muerte en las mujeres mexicanas, principalmente porque retrasan la búsqueda de atención médica y por tanto el inicio de un tratamiento.

Debido a que las acciones del sistema de salud público son lentas, la prevención es la que puede salvar vidas: de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuando el cáncer de mama se diagnostica en etapas iniciales hay un 97 % de posibilidades de sobrevida en los pacientes.

Por otro lado, si se detecta tardíamente, ya que el tumor avanzó a otros órganos como los pulmones, el hígado o el cerebro, las posibilidades de sobrevivir bajan hasta 7 %.

El cáncer de mama es un padecimiento cuyo origen es desconocido, es decir, aún no se sabe con exactitud qué lo causa, sin embargo, hay factores de riesgo que aumentan las posibilidades de desarrollarlo:

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Género

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Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que los hombres. De acuerdo con el INEGI, en 2017, uno de cada cien hombres y 37 de cada cien mujeres ingresaron a los hospitales por un tumor maligno de mama.

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Edad avanzada

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El riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, pues la mayoría de los casos son diagnosticados después de los 50 años.

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Antecedentes familiares

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El riesgo de tener síntomas de cáncer de mama aumenta si se diagnosticó la enfermedad en algún familiar directo como madre, hermana, hija o abuela, así como por mutaciones genéticas heredadas de los padres.

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Exposición a la radiación

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Las mujeres que han sido radiadas previamente, principalmente en el tórax, corren más riesgo de desarrollar cáncer de mama.

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Historial reproductivo

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Cuando las niñas comienzan a menstruar antes de los 12 años de edad o las mujeres adultas se retrasan en el proceso de la menopausia hasta después de los 55 años, se exponen más tiempo a las hormonas por lo que aumenta el riesgo de que padezcan cáncer de mama.

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Senos densos

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Los senos contienen tejido glandular, tejido conectivo fibroso y tejido adiposo o graso. Se considera que un seno es denso cuando tiene más tejido glandular y conectivo fibroso que graso, en el cual se pueden desarrollar masas o bultos con tendencia a convertirse en cáncer.

También sucede que las células cancerosas se pueden confundir con este tejido y por tanto retrasar su diagnóstico.

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    ¿Cuáles son los síntomas de cáncer de mama?

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    El cáncer de mama ocurre cuando algunas células de la mama comienzan a crecer de forma anormal, se dividen más rápidamente y al acumularse, forman un bulto o tumor.

    Por lo general comienza en las células de los conductos que producen leche (carcinoma ductal invasivo) o en el tejido glandular o lobulillos (carcinoma lobulillar invasivo).

    Los síntomas de cáncer de mama pueden ser distintos en cada persona, pero la mayoría de los pacientes que han padecido la enfermedad notan los siguientes cambios en su cuerpo:

    • Un bulto nuevo en la mama o en la axila.
    • Aumento del grosor o hinchazón en alguna parte del seno.
    • Irritación o hundimientos en alguna parte de la piel de la mama.
    • Enrojecimiento o descamación en el pezón o cualquier otra parte de la piel del seno.
    • Hundimiento del pezón o dolor en esa zona.
    • Secreción del pezón, que no sea leche, incluyendo sangre.
    • Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.
    • Dolor en cualquier parte de la mama.
    • Inflamación de los ganglios linfáticos ubicados en las axilas o alrededor de la clavícula.

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    Estudios para detectar o prevenir el desarrollo de cáncer de mama

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    Existen varios estudios para detectar esta enfermedad, aunque la o el paciente no haya desarrollado síntomas de cáncer de mama.

    Por esta razón es que su aplicación recurrente, por lo menos una vez al año, puede prevenir su desarrollo o confirmar el padecimiento en etapas iniciales, con oportunidad de que el tratamiento no sea tan agresivo y que tenga resultados favorables.

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    Existen varios estudios para detectar esta enfermedad, aunque la o el paciente no haya desarrollado síntomas de cáncer de mama.

    Por esta razón es que su aplicación recurrente, por lo menos una vez al año, puede prevenir su desarrollo o confirmar el padecimiento en etapas iniciales, con oportunidad de que el tratamiento no sea tan agresivo y que tenga resultados favorables.

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    Mamografías o mamogramas

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    Las mamografías son radiografías de rayos X en los senos, en dosis muy bajas. Pueden ayudar a encontrar cáncer en una etapa temprana, incluso antes de que se presenten cambios físicos.

    Aunque son una gran herramienta para encontrar tempranamente el padecimiento, las mamografías no son concluyentes, es decir, deben acompañarse de otros exámenes especializados que confirmen o descarten el padecimiento.

    Se recomienda que las mujeres entre 40 y 54 años se realicen este estudio cada año y que, a partir de los 55, lo programen para cada dos. Recuerda que el médico es el indicado para definir la frecuencia de los exámenes.

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    Consulta a los especialistas para tener un plan de alimentación saludable y cercano a tu cultura alimentaria, no olvides monitorear tus niveles de glucosa y colesterol para prevenir cualquier enfermedad.

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    Ecografía

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    La ecografía del seno es un estudio que usa ondas sonoras para crear una imagen computarizada de la parte interna del seno y así mostrar masas que son difíciles de identificar por medio de las mamografías.

    Este estudio puede identificar si los bultos en el interior del seno son quistes llenos de líquido o masas sólidas.

    También guía una aguja de biopsia para tomar una muestra de estos objetos al interior del seno, analizarlos y confirmar o descartar la presencia de cáncer; esto mismo se puede realizar en los ganglios linfáticos.

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    Imágenes por resonancia magnética (MRI)

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    El estudio de imagen por resonancia magnética del seno (MRI, por sus siglas en inglés) usa ondas de radio e imanes para producir imágenes detalladas del interior del seno y así detectar bultos o cualquier anormalidad.

    Por lo general, este examen se realiza en mujeres con cáncer de mama confirmado para medir el tamaño del tumor e identificar otros que puedan existir en el seno opuesto.

    A pesar de lo anterior, se puede hacer el estudio MRI en mujeres con alto riesgo de tener cáncer de seno, siempre que vaya de la mano con otros exámenes complementarios como la mamografía.

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    Otros estudios por imágenes

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    Existen otros estudios por imágenes que ayudan a dar un diagnóstico más preciso del cáncer de seno. No están disponibles en todos los centros de salud, pero nos parece correcto mencionarlos para considerarlos como opciones en el tratamiento de la enfermedad.

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    Mamografía tridimensional 3D

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    La también llamada tomosíntesis digital de seno combina múltiples radiografías de la mama para crear una imagen tridimensional y detectar cáncer en personas que no tienen signos ni síntomas. Asimismo, ayuda a identificar masas tumorales o el origen de algún dolor o secreción en los pezones.

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    Imágenes moleculares de los senos (MBI)

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    También conocidas como gammagrafía mamaria o imágenes gamma específicas de los senos (BSGI) utilizan la medicina nuclear para obtener imágenes de los senos.

    Durante este examen se inyecta un químico radiactivo en la sangre y se usa una cámara especial para observar el seno e identificar bultos, quistes, anormalidades o, si ya ha sido diagnosticada la enfermedad, la extensión del cáncer.

    Este se puede complementar con la mamografía y que, por el uso a materiales radioactivos, no se recomienda llevar a cabo de manera recurrente, solo cuando el médico lo solicite.

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    Mamografía por emisión de positrones (PEM)

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    Para este examen clínico se utiliza una forma de azúcar unida a una partícula radioactiva que se inyecta en la sangre para detectar agrupaciones pequeñas de células cancerosas en el seno.

    Se recomienda principalmente en mujeres diagnosticadas con cáncer para saber qué tan extendido está. Como expone a todo el cuerpo a radiación, no se recomienda que se realice de manera recurrente, solo cuando el médico lo indique.

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    Mamografía con realce de contraste (CEM)

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    La llamada también mamografía espectral con realce de contraste (CESM) es un estudio en el que se inyecta una sustancia yodatada de contraste unos minutos antes de realizar dos mamografías, cada una con un nivel diferente de energía.

    El contraste de la sustancia puede ayudar a que las radiografías muestren áreas anormales en los senos o para ayudar a evaluar la extensión de un tumor.

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    Estudios de imagenología óptica

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    Para realizarlos se envía luz hacia el seno para medir la que pasa a través del tejido y detectar si existe algún cuerpo extraño que la bloquee. Se puede complementar con otros como resonancia magnética, ecografía o mamografía tridimensional.

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    Otras formas de prevenir el desarrollo de cáncer de mama

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    Una de las problemáticas de este padecimiento es que hay casos en los que los pacientes no reconocen los síntomas de cáncer de mama, es decir, no ven cambios en su cuerpo ni en su estado de salud.

    Por esta razón es que se recomienda llevar a cabo las siguientes medidas para descartar el desarrollo de la enfermedad.

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    Autoexploración

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    Una de las claves para detectar cáncer de mama es familiarizarse con los senos para que, en caso de encontrar algo diferente, acudir de inmediato con el médico.

    Se recomienda que mujeres y hombres se realicen un autoexamen en las mamas, es decir, toquen de manera minuciosa el área, abarcando las axilas y la clavícula para identificar cualquier bulto o anormalidad.

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    Mantener un estilo de vida saludable

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    Al igual que con cualquier otra enfermedad, tener un organismo saludable ayuda a disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

    Recomendaciones básicas como realizar ejercicio la mayor parte de los días de la semana, mantener un peso saludable de acuerdo con la edad y estilo de vida, tener una alimentación balanceada, así como consumir alcohol con moderación, podrían ayudar.

    Recuerda que es importante acudir con especialistas para que sean ellos quienes indiquen lo mejor para tu cuerpo.

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    Evitar tratamientos hormonales para la menopausia

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    Algunas mujeres presentan signos molestos durante la menopausia por lo que se les proporciona un tratamiento con estrógeno o estrógeno más progestina. Este funciona también para mejorar otros cambios biológicos como la disminución de la masa ósea.

    El problema es que, a largo plazo, el estrógeno ocasiona anomalías en las mamas con posibilidad de tratarse de cáncer y aumenta la cantidad de tejido denso en los senos, factor de riesgo también.

    Lo recomendable en estos casos es evitar este tipo de tratamientos y si es muy necesario tomarlos, usar la menor dosis posible de hormonas.

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    Revisar los antecedentes familiares

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    Mencionábamos antes que un factor de riesgo es que un familiar cercano desarrolle cáncer de mama, sin embargo, también existen ciertas mutaciones en genes hereditarios que pudieran ser la causa.

    Las mutaciones más conocidas están en los genes BRCA1 y BRCA2, células que se encargan de inhibir tumores malignos como cáncer. Cuando estos genes mutan, no realizan su función principal por lo que las personas con esto corren mayor riesgo de presentar cáncer.

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    Tomar medicamentos preventivos

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    Esta medida se recomienda para quienes tienen altas posibilidades de desarrollar cáncer de mama, ya sea por sus antecedentes familiares o por mutaciones genéticas.

    Estos medicamentos preventivos son moduladores selectivos de los receptores de estrógeno o inhibidores de la aromatasa, pero tienen efectos secundarios, por lo que deben ser recetados y monitoreados por un especialista.

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    Cirugía preventiva

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    Al igual que el punto anterior, la cirugía preventiva se recomienda en aquellas mujeres con un riesgo muy alto de tener cáncer de mama. Esta involucra la extirpación quirúrgica de las mamas sanas, procedimiento llamado mastectomía profiláctica.

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    Fuentes

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    ¿Conocías todos los síntomas de cáncer de mama?

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